Seamos menos narcisistas y busquemos el verdadero origen de los problemas ambientales; de lo contrario iremos a golpe de balde llevados de las narices por aquellos que repiten como loros recetas internacionales, intentando aplicar soluciones globales a problemas locales, eludiendo la responsabilidad que nos corresponde, así que empecemos por el principio, profundicemos los temas sin preconceptos, para no seguir dándole a la herradura.
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