Uruguay tiene una posición tomada frente a los cortes de puente de un reducido grupo de piqueteros de Entre Ríos.
Los mismos que este domingo convocaron a una marcha contra Botnia y fracasaron rotundamente con la asistencia esperada; aunque la candidata a la vicepresidencia de Uruguay, Delia Villalba, y alguno de sus paladines, Gonzalo Abella y Pablo Antoria entre otros, concurrieron.
Cada uno es dueño de sus actos, y no nos molestarán salvo que comprometan al país, mal que les caiga que se lo recuerden, y mal que nos caigan sus declaraciones extemporáneas y rayanas en una suerte de histeria.
Pero centremos la discusión y salgamos de este tinglado. Creo que hay dos temas claramente bien definidos en este conflicto y que deben quedar bien claros: uno, el jurídico y el otro, el ambiental. Y este debe ser el camino a recorrer.
Sobre el primer punto, el jurídico, Argentina, -a pedido de la ACAG y/o apoyada por esta-, tomó la decisión de concurrir al tribunal de La Haya para que este laude este punto: confirmar o no si Uruguay violó el tratado del río Uruguay. Debemos esperar este fallo y aceptar su resolución sea cual sea. Uruguay hace mucho tiempo dijo que respetará el mismo.
Sin embargo los piqueteros de la ACAG, anuncian que no respetarán el fallo si este no les es favorable a su causa. Recordemos además que el fallo del tribunal del MERCOSUR fue en contra de los cortes de ruta.
Sobre el tema ambiental, desde que comencé a profundizar sobre este tema por mi perfil técnico fui viendo que el camino a la solución de este maldito conflicto es el control y monitoreo en conjunto, para que aquellos como la ACAG que piensan en tragedias apocalípticas puedan tener un lugar para demostrar sus denuncias.
Existe actualmente la Comisión de Seguimiento, integrada por diferentes ámbitos de la sociedad uruguaya, técnicos, gobierno, trabajadores, BOTNIA, ONG ambientales, que controlan permanentemente este emprendimiento, fundamentalmente por nosotros, no necesitamos que nadie esté en primera fila para proteger la salud de los uruguayos.
Se tiene que saber que existen los recursos humanos y técnicos para controlar y monitorear, dándole de esta forma la tranquilidad a la gente de la región, esa que hoy honestamente está preocupada por culpa de irresponsables que manejaron información errónea y obsoleta.
Pero razonemos por el absurdo como cuando estudiábamos, aceptemos por un momento que la ACAG tiene razón, que BOTNIA es un monstruo contaminante y que ellos la tienen tan clara que lo pueden demostrar, argumentos que repiten una y mil veces en la prensa.
Es una oportunidad histórica de comprobar sus denuncias y dejar en evidencia a todos los que piensan diferente o equivocados.
¿Qué mejor que estar dentro para poder comprobar vuestros dichos? Uruguay ya dijo que si contamina se cierra, ¿por qué no venir a demostrarlo? Además podrían tener todos los valores de primera mano -hoy son públicos en Internet-, de sensores, monitoreos, cantidad de producción, etc… y no andar todos los días a golpe de balde diciendo disparates que no hacen más que enredar la situación.
Y dejar de tirar las famosas bolsas de humo que ahora parece que ya son de colores.
Entonces, ¿por qué no aceptan que los técnicos argentinos, -que los hay y muy buenos-, se integren a la Comisión de Seguimiento?
Paradójico, ¿no?
De lo contrario, ¿cuál es la otra solución?
¿Seguir en la ruta repitiendo cosas que nadie puede comprobar, aterrorizando a la gente con tragedias que nunca llegan, amenazando con tomar acciones violentas, coartando la opinión de aquellos que no aceptan estas medidas de lucha, escraches, pintadas de casas, decidiendo en las asambleas aquellos que gritan más fuerte? Por este camino seguramente esto terminará de forma violenta.
O el gobierno con gendarmería libera el piquete de Arroyo Verde haciendo que se respete la ley sobre las rutas nacionales argentinas o la gente de Gualeguaychú, ya harta, no soportará más la pérdida de trabajo y el aislamiento que les impuso un grupo de iluminados. Cualquiera de las dos opciones serán actos violentos y hay que evitar por todos los medios que se llegue a una salida de este tipo.
Por eso digo y diré hasta el cansancio que la acción superadora o moneda de cambio para levantar el corte de Arroyo Verde es que la gente de Gualeguaychú participe de las asambleas de la ACAG, para no dejar que unos pocos decidan por toda la ciudad; recuerden que debido a la poca participación bajó a 70 personas el quórum para poder tomar resoluciones y que en caso de menor concurrencia estas pasan a ser solo informativas.
Han cansado a la gente y los más sensatos dejaron de participar, lamentablemente le han copado la asamblea y para revertir esta situación hay que ocupar nuevamente los espacios y exigir en las asambleas que los técnicos argentinos ocupen los lugares que hoy existen en la Comisión de Seguimiento.
Acá no necesitamos un ganador, acá necesitamos que no contamine. Esperemos la resolución de La Haya y hay que ocupar rápidamente los lugares que corresponden.
¡¡¡La mano esta tendida!!!
Fraternos saludos
Los mismos que este domingo convocaron a una marcha contra Botnia y fracasaron rotundamente con la asistencia esperada; aunque la candidata a la vicepresidencia de Uruguay, Delia Villalba, y alguno de sus paladines, Gonzalo Abella y Pablo Antoria entre otros, concurrieron.
Cada uno es dueño de sus actos, y no nos molestarán salvo que comprometan al país, mal que les caiga que se lo recuerden, y mal que nos caigan sus declaraciones extemporáneas y rayanas en una suerte de histeria.
Pero centremos la discusión y salgamos de este tinglado. Creo que hay dos temas claramente bien definidos en este conflicto y que deben quedar bien claros: uno, el jurídico y el otro, el ambiental. Y este debe ser el camino a recorrer.
Sobre el primer punto, el jurídico, Argentina, -a pedido de la ACAG y/o apoyada por esta-, tomó la decisión de concurrir al tribunal de La Haya para que este laude este punto: confirmar o no si Uruguay violó el tratado del río Uruguay. Debemos esperar este fallo y aceptar su resolución sea cual sea. Uruguay hace mucho tiempo dijo que respetará el mismo.
Sin embargo los piqueteros de la ACAG, anuncian que no respetarán el fallo si este no les es favorable a su causa. Recordemos además que el fallo del tribunal del MERCOSUR fue en contra de los cortes de ruta.
Sobre el tema ambiental, desde que comencé a profundizar sobre este tema por mi perfil técnico fui viendo que el camino a la solución de este maldito conflicto es el control y monitoreo en conjunto, para que aquellos como la ACAG que piensan en tragedias apocalípticas puedan tener un lugar para demostrar sus denuncias.
Existe actualmente la Comisión de Seguimiento, integrada por diferentes ámbitos de la sociedad uruguaya, técnicos, gobierno, trabajadores, BOTNIA, ONG ambientales, que controlan permanentemente este emprendimiento, fundamentalmente por nosotros, no necesitamos que nadie esté en primera fila para proteger la salud de los uruguayos.
Se tiene que saber que existen los recursos humanos y técnicos para controlar y monitorear, dándole de esta forma la tranquilidad a la gente de la región, esa que hoy honestamente está preocupada por culpa de irresponsables que manejaron información errónea y obsoleta.
Pero razonemos por el absurdo como cuando estudiábamos, aceptemos por un momento que la ACAG tiene razón, que BOTNIA es un monstruo contaminante y que ellos la tienen tan clara que lo pueden demostrar, argumentos que repiten una y mil veces en la prensa.
Es una oportunidad histórica de comprobar sus denuncias y dejar en evidencia a todos los que piensan diferente o equivocados.
¿Qué mejor que estar dentro para poder comprobar vuestros dichos? Uruguay ya dijo que si contamina se cierra, ¿por qué no venir a demostrarlo? Además podrían tener todos los valores de primera mano -hoy son públicos en Internet-, de sensores, monitoreos, cantidad de producción, etc… y no andar todos los días a golpe de balde diciendo disparates que no hacen más que enredar la situación.
Y dejar de tirar las famosas bolsas de humo que ahora parece que ya son de colores.
Entonces, ¿por qué no aceptan que los técnicos argentinos, -que los hay y muy buenos-, se integren a la Comisión de Seguimiento?
Paradójico, ¿no?
De lo contrario, ¿cuál es la otra solución?
¿Seguir en la ruta repitiendo cosas que nadie puede comprobar, aterrorizando a la gente con tragedias que nunca llegan, amenazando con tomar acciones violentas, coartando la opinión de aquellos que no aceptan estas medidas de lucha, escraches, pintadas de casas, decidiendo en las asambleas aquellos que gritan más fuerte? Por este camino seguramente esto terminará de forma violenta.
O el gobierno con gendarmería libera el piquete de Arroyo Verde haciendo que se respete la ley sobre las rutas nacionales argentinas o la gente de Gualeguaychú, ya harta, no soportará más la pérdida de trabajo y el aislamiento que les impuso un grupo de iluminados. Cualquiera de las dos opciones serán actos violentos y hay que evitar por todos los medios que se llegue a una salida de este tipo.
Por eso digo y diré hasta el cansancio que la acción superadora o moneda de cambio para levantar el corte de Arroyo Verde es que la gente de Gualeguaychú participe de las asambleas de la ACAG, para no dejar que unos pocos decidan por toda la ciudad; recuerden que debido a la poca participación bajó a 70 personas el quórum para poder tomar resoluciones y que en caso de menor concurrencia estas pasan a ser solo informativas.
Han cansado a la gente y los más sensatos dejaron de participar, lamentablemente le han copado la asamblea y para revertir esta situación hay que ocupar nuevamente los espacios y exigir en las asambleas que los técnicos argentinos ocupen los lugares que hoy existen en la Comisión de Seguimiento.
Acá no necesitamos un ganador, acá necesitamos que no contamine. Esperemos la resolución de La Haya y hay que ocupar rápidamente los lugares que corresponden.
¡¡¡La mano esta tendida!!!
Fraternos saludos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario