martes, 27 de abril de 2010

Impune locura!!!

La irracional manera de vivir de algunos pocos ha dejado en jaque a dos ciudades como son Gualeguaychú y Fray Bentos. Dos pueblos unidos por un puente fueron aislados por una causa equivocada. La Haya, órgano previsto por el tratado del río Uruguay al cual concurrieron para demostrar sus deseos apocalípticos, les dio una bofetada que les dejó temblando las carretillas.

Luego del fallo contundente de la Corte Internacional de Justicia, pensábamos ilusamente, (o queríamos de corazón) que la racionalidad llegaría a esas cabecitas locas y huecas que hoy mantienen un piquete criminal, por las dudas, sin argumentos y sin pruebas. Pero lamentablemente no fue así y lejos de aceptarlo doblaron la apuesta.

Mientras todos pretendíamos que el resultado atemperara las medidas de lucha de los piqueteros de Arroyo Verde, en el corte de la ruta 136 el resultado fue el contrario: llantos, bronca y amenazas: “no aceptaremos el fallo, están todos comprados, invadir ya mismo el territorio uruguayo, profundizar la lucha, correrá sangre, nos sacarán de la ruta muertos, no seremos más los tranquilos ya verán, uruguayos muertos de hambre, que se vayan”. Mil disparates y augurios de profundizar aún más las medidas violentas.

La irracionalidad campea en Gualeguaychú, una ciudad sitiada y gobernada por un grupo de inadaptados que dictan sus propias reglas, aduana y migraciones paralelas, donde la gente circula con pases libres que ellos otorgan, cárcel domiciliaria a quienes piensan diferente, copamientos y justicia por mano propia.

Aunque muchos puedan pensar que las afirmaciones fueron momentos de calentura, de angustia y la expresión espontánea de la desazón por un fallo adverso, no fue así, no quedaron en palabras de deseo y rápidamente pasaron a las acciones directas, instauraron nuevamente las pintadas, los agravios y la violencia, marcando a los que declaran cosas que no les gustan, de forma similar a lo que hacían los nazis en la época de Hitler.

Pero independientemente de que los piqueteros y quienes apoyan este tipo de medidas son responsables, hay que denunciar con nombre y apellido a quienes están profundizando estas medidas, que por temor a perder protagonismo y el gran negocio que han armado en una falsa defensa del medio ambiente, fogonean y dan manija sin medir las consecuencias.

Desde que escuchamos los alaridos y gritos de guerra piqueteros el 20 de abril de 2010 en Arroyo Verde, comenzamos a ver como las amenazas pasaron a ser acciones concretas, ante la mirada impune de la prensa, la justicia y el gobierno de Entre Ríos que parece siempre estar mirando para otro lado.

El miércoles posterior al fallo, la asamblea de la A.C.A.G. endurece la proclama para el 25 de abril, no aceptando el fallo, no aceptando el resultado jurídico, no aceptando el resultado técnico y tampoco aceptando el control en conjunto de la planta y, si esto fuera poco, ante el pedido del gobernador Sergio Urribarni invitando a la A.C.A.G. para reunirse la próxima semana, el ala más dura se negó a participar de esa reunión y respondió: “si quiere reunión que venga a Arroyo Verde”, acallando las voces de quienes con sentido constructivo planteaban que la A.C.A.G. debía de participar de todas las reuniones sin negarse a dialogar.

Las pintadas a un centro educativo donde trabaja un integrante de Ciudadanos Movilizados, nos hace recordar lo que le pasó a Héctor Rubio, Guillermo Fazzio, Beatriz Rodríguez o Jorge Novello, entre otros, sin que hasta el momento se hiciera nadie responsable y como peces en el agua siguen utilizando la misma forma de marcar a quienes piensan diferente. Hoy la leyenda dice: "AUBURO URUGUAYO PUTO TRAIDOR”



Pero lejos de discriminar y como no hacen diferencia entre nacionalidades, sexo o religión, demostrando que enemigos son todos los que piensan distinto o tímidamente comentan algo contra su locura, también la periodista Irene Simón, cronista de Canal 2, cuenta como fue víctima de la violencia: “Lo que pasó fue espantoso. Ese día todo el mundo comentaba el fallo de La Haya y cometí el error, en la puerta del negocio mientas esperaba para comprar, de decir que a lo mejor habría que empezar a pensar otros métodos como alternativa al corte”, tras lo cual recibió una andanada de disparates verbales por parte de un colega como ella misma relata: “En ese momento comencé a recibir una catarata de insultos por parte de esta persona, primero hacia mí, después recordó que mi mamá era uruguaya y empezó a decir a los gritos ‘esa vieja muerta de hambre que vino a matarlo acá, uruguaya hija de p…., hay que salir a echar a todos los uruguayos de esta ciudad“

La metodología de acción violenta, fomentada por Jorge Fritzler o José Pouler, -por nombrar algunos de los que me vienen a la mente-, escuchar como se dirigen ofuscados y con agravios cuando son consultados por la prensa sobre las nuevas medidas de lucha, ha prendido fuertemente en sus correligionarios y ganó también la cabeza del hombre con quien se encuentra casi todos los días en la calle Irene Simón, cronista de Canal 2, por su actividad periodística.

El Sr. Julio Gebarth, chofer de Radio Máxima, que no tiene reparos en provocar constantemente a quienes no son de su grupo de iluminados, remató su intervención refiriéndose a la madre de la periodista: “bien muerta está, uruguayos muertos de hambre, hay que echarlos a todos, son unos hijos de p…., que se vienen a matar el hambre acá”; me gustaría saber que pensaría este señor si un familiar directo que vive en el extranjero recibiera el mismo trato o le negaran vivir en otro país que le permite económicamente solucionar por ejemplo problemas de salud de sus hijos, o le gritaran sudaca muerto de hambre, negro ilegal, por qué no te vuelves a tu país.

El domingo, esta misma radio que acobija a este tipo de gente, fue la que trasmitió desde las 8:00 hasta las 18:00 la sexta marcha al puente. Aproximadamente 5000 personas fueron los participantes, en un 90% son paseantes que al día siguiente se borran alegremente, con lo cual dejan a los acagüenses en la soledad, sin gente que los ayude a sostener el corte cada día.

Lo real es que mientras la gran mayoría se quedaba en sus domicilios en Gualeguaychú sin compartir las medidas de lucha piquetera, otros, temerosos por estas agresiones se negaban a salir de sus casas, mientras el chofer de Radio Máxima seguramente circulaba impunemente sin temor repitiendo su gastado slogan: "Botnia contamina".

Actualizando aquel cuento del vasco que había confundido un jabón con un trozo de queso: los que estaban con él le señalaron su error, pero él, empecinado, se comió el jabón y dijo: "Tiene un gustito a jabón... pero es queso".

En este caso podría decir: ... y sí... los controles no registran contaminación... pero contamina ¡Y guay del que me contradiga!.

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