Este comentario, aparecido en internet, es realmente lamentable: La insólita confesión del ex Presidente del Uruguay Tabaré Vázquez, de que durante la crisis diplomática por la papelera Botnia su gobierno había evaluado una posible guerra con la Argentina, suena tan absurda que no merecería ningún análisis. Sin embargo hay que hacerlo, porque probablemente desde esta margen del Río de la Plata, no evaluemos correctamente las reales implicancias del asunto. Y lo leimos de una radio spika en internet de un veterano tucumano, más despistado que algunos peronistas en el día de la lealtad.
Todas las acusaciones se basaban en rumores y chismes. De mediocres que danzaban alrededor de un micrófono una cámara, ansiosos de verse al atardecer en los informativos televisivos. Se autoproclamaban como propios jueces y se dejaron llevar por la histeria de una parte de la comunidad de Gualeguaychú, formada mayormente por supuestos puritanos y aprendices de cientificistas, que exigía frenéticamente condenas a las presuntas brujas de Botnia.
Fue el gobierno argentino que adoptó como "causa nacional" la lucha contra la instalación de la planta procesadora de celulosa de la empresa Botnia en la ciudad de Fray Bentos. Como consecuencia de ese pláceme que Kirchner otorgó a los piqueteros, a partir de ese momento recrudecieron las movilizaciones y tomó forma un bloqueo de puentes que se extendió durante más de tres años y que en algunos momentos mantuvo cerrado el cruce por tierra entre ambas naciones.
Ayer nomás leíamos una opinión de Malvinas es una causa nacional, identitaria y justa. Lo comentaba Marcelo Cohen, profesor de Derecho Internacional del Instituto de Altos Estudios Internacionales y del Desarrollo de Gioneba. Y en esa "causa nacional" invadieron las Malvinas. Se pueda compartir o no la oportunidad de las afirmaciones del ex presidente Vázquez, pero lo cierto es que los hechos que sucedieron a aquel discurso del mandatario argentino hoy desaparecido, hablan por sí solos. No hay que andar buscando arañas de inodoros.
Y hay algo muy claro y es que aquella beligerancia no la comenzó Uruguay, sino el gobierno del vecino país.Permitió que los cortes de los puentes violaran en forma clara el acuerdo del Mercosur. Protegía el andar de un discutido personaje como Jorge Busti, acusado de coimero, entonces su mano derecha en la provincia. Hubieron claras señales de que se podrían producir episodios de violencia a partir de declaraciones de líderes piqueteros, que incluso, hablaron de hacer volar la chimenea de la fábrica.
No nos hagamos los idiotas que nos queda feo. Ni los olvidadizos.
No se equivoca Alvaro Aunchain cuando se pregunta: ¿Acaso los presidentes no se ven obligados a prever hipótesis de guerra? ¿Acaso esta previsión no era razonable, teniendo en cuenta las constantes amenazas de los patoteros irracionales de Gualeguaychú, financiados por Kirchner? ¿Acaso era inadecuado pedir respaldo a USA en una situación de ese tipo? Y si hasta Brasil se hacía el otario mirando para otro lado. Vergüenza debería haber sentido el metalúrgico, porque también fue un hombre de paja. O el tontuelo como el color borra de vino de Venezuela. Pero hubieron muchos otros...
Vázquez dijo la verdad y eso duele. No nos engañemos.
Que la confesión haya sido políticamente inconveniente, no quita que su contenido fuera justificable y comprensible. Habla bien del ex presidente el que haya previsto una hipótesis bélica, que claramente hubiera sido defensiva. Porque si defendemos la soberanía no podemos quedarnos de brazos cruzados ante los insultos, las barbaridades, las amenazas de viejas desdentadas. Nunca se sabe si el que porta un arma va a disparar ... o está jugando. Y no se pueden soportar payasadas para después decir que "era en de balde" como jugando a la bolita.
Muchos han perdido la memoria. Otros recién ahora se están enterando de todo lo que pasó en los 2006 y 2007 en este paisito.Cuando Vázquez asistió a la asunción de mando de Cristina Fernández, debió soportar estoicamente la flagrante descortesía con que la heredera del trono insultó la posición uruguaya en su propia cara. ¿La verdad? Vázquez debió levantarse e irse, dando una lección de dignidad a la Argentina y al mundo, aunque también fuera políticamente inconveniente.
Con sinceridad dijo la verdad ante un puñado de estudiantes. Un docente, si se jacta de tal, y Vázquez vaya que lo es, no puede mentirle a los adolescentes que buscan la verdad.Mediocres e hipócritas de la política nacional de cuarta empezaron a los gritos de solteronas histéricas cual visión de aparecido David. Eran los que en esos años y en esas situaciones no estaban en el frente de defensa de la soberanía; hoy pelean por un lugarcito en la lista para no perder el bus.
El resto... el resto es silencio.
Portal de Noticias TiempoLo que dijo Vázquez es muy pero muy cierto.Todo era dable esperar de un puñado de mononeuronales redivivos pesonajes del Salem de Arthur Miller, y sus ínfulas en búsqueda de brujas que taparan el deterioro econmico de su región, y las maniobras dolosas de más de un dirigente político.
Todas las acusaciones se basaban en rumores y chismes. De mediocres que danzaban alrededor de un micrófono una cámara, ansiosos de verse al atardecer en los informativos televisivos. Se autoproclamaban como propios jueces y se dejaron llevar por la histeria de una parte de la comunidad de Gualeguaychú, formada mayormente por supuestos puritanos y aprendices de cientificistas, que exigía frenéticamente condenas a las presuntas brujas de Botnia.
Fue el gobierno argentino que adoptó como "causa nacional" la lucha contra la instalación de la planta procesadora de celulosa de la empresa Botnia en la ciudad de Fray Bentos. Como consecuencia de ese pláceme que Kirchner otorgó a los piqueteros, a partir de ese momento recrudecieron las movilizaciones y tomó forma un bloqueo de puentes que se extendió durante más de tres años y que en algunos momentos mantuvo cerrado el cruce por tierra entre ambas naciones.
Ayer nomás leíamos una opinión de Malvinas es una causa nacional, identitaria y justa. Lo comentaba Marcelo Cohen, profesor de Derecho Internacional del Instituto de Altos Estudios Internacionales y del Desarrollo de Gioneba. Y en esa "causa nacional" invadieron las Malvinas. Se pueda compartir o no la oportunidad de las afirmaciones del ex presidente Vázquez, pero lo cierto es que los hechos que sucedieron a aquel discurso del mandatario argentino hoy desaparecido, hablan por sí solos. No hay que andar buscando arañas de inodoros.
Y hay algo muy claro y es que aquella beligerancia no la comenzó Uruguay, sino el gobierno del vecino país.Permitió que los cortes de los puentes violaran en forma clara el acuerdo del Mercosur. Protegía el andar de un discutido personaje como Jorge Busti, acusado de coimero, entonces su mano derecha en la provincia. Hubieron claras señales de que se podrían producir episodios de violencia a partir de declaraciones de líderes piqueteros, que incluso, hablaron de hacer volar la chimenea de la fábrica.
No nos hagamos los idiotas que nos queda feo. Ni los olvidadizos.
No se equivoca Alvaro Aunchain cuando se pregunta: ¿Acaso los presidentes no se ven obligados a prever hipótesis de guerra? ¿Acaso esta previsión no era razonable, teniendo en cuenta las constantes amenazas de los patoteros irracionales de Gualeguaychú, financiados por Kirchner? ¿Acaso era inadecuado pedir respaldo a USA en una situación de ese tipo? Y si hasta Brasil se hacía el otario mirando para otro lado. Vergüenza debería haber sentido el metalúrgico, porque también fue un hombre de paja. O el tontuelo como el color borra de vino de Venezuela. Pero hubieron muchos otros...
Vázquez dijo la verdad y eso duele. No nos engañemos.
Que la confesión haya sido políticamente inconveniente, no quita que su contenido fuera justificable y comprensible. Habla bien del ex presidente el que haya previsto una hipótesis bélica, que claramente hubiera sido defensiva. Porque si defendemos la soberanía no podemos quedarnos de brazos cruzados ante los insultos, las barbaridades, las amenazas de viejas desdentadas. Nunca se sabe si el que porta un arma va a disparar ... o está jugando. Y no se pueden soportar payasadas para después decir que "era en de balde" como jugando a la bolita.
Muchos han perdido la memoria. Otros recién ahora se están enterando de todo lo que pasó en los 2006 y 2007 en este paisito.Cuando Vázquez asistió a la asunción de mando de Cristina Fernández, debió soportar estoicamente la flagrante descortesía con que la heredera del trono insultó la posición uruguaya en su propia cara. ¿La verdad? Vázquez debió levantarse e irse, dando una lección de dignidad a la Argentina y al mundo, aunque también fuera políticamente inconveniente.
Con sinceridad dijo la verdad ante un puñado de estudiantes. Un docente, si se jacta de tal, y Vázquez vaya que lo es, no puede mentirle a los adolescentes que buscan la verdad.Mediocres e hipócritas de la política nacional de cuarta empezaron a los gritos de solteronas histéricas cual visión de aparecido David. Eran los que en esos años y en esas situaciones no estaban en el frente de defensa de la soberanía; hoy pelean por un lugarcito en la lista para no perder el bus.
El resto... el resto es silencio.
Portal de Noticias TiempoLo que dijo Vázquez es muy pero muy cierto.Todo era dable esperar de un puñado de mononeuronales redivivos pesonajes del Salem de Arthur Miller, y sus ínfulas en búsqueda de brujas que taparan el deterioro econmico de su región, y las maniobras dolosas de más de un dirigente político.
1 comentario:
Toda opinión es parcial. Presenta información y omite otra. Como el gran respaldo que Néstor Kirchner y el peronismo le dieron a Tabaré para que por primera vez en la historia, "la izquierda" uruguaya llegara al poder. Claro, una vez en el poder era dificil distinguirlos de blancos y colorados con respecto a Botnia.
La hipótesis de guerra era tonta como los piqueteros de este lado del río, pero lícita para un mandatario. Ahora ir a chupársela al genocida de Bush, no tiene retorno...
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