Porque la mayoría gobernante en el gobierno oscurece los panoramas.
Nadie olvida cuando se iba a instalar la ex BOTNIA
el problema que se armó por parte de los coimeros fallidos de
Guyaleguaychú con lobos políticos del kirchnerismo -desde el gobernador
hasta senadores- que querían de alguna forma tapar la coima fallida a
los escandinavos.
Y que éstos hayan elegido Uruguay para emprender la instalación de la planta de celulosa en Fray Bentos.
Ahora es la ampliación de producción de UPM tiene autorización ambiental pero no se concreta por diferencias entre Argentina y Uruguay.
Conocido es que la planta de UPM produce aproximadamente 1,1 millón de toneladas de celulosa por año.
La autorización ambiental otorgada a la pastera preveía una producción de un millón de toneladas.
El
gobierno argentino señaló lo que a su entender constituye un exceso en
el límite de producción permitido. Lo que no es exactamente cierto.
No hace mucho tiempo la delegación uruguaya en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) respondió, y afirmó que la producción anual autorizada de UPM es de un millón de toneladas y que "en todo momento la empresa ha dado cumplimiento al límite máximo de producción anual". No obstante, pocos días después de la difusión del comunicado de la cancillería argentina, el titular de la Dirección Nacional de Medio Ambiente, Jorge Rucks, había dicho que la autorización ambiental previa habilitaba la operación de una planta "de aproximadamente un millón de toneladas".
"Las
plantas se diseñan para determinado volumen de producción, siempre
tienen un rango de más-menos, eso es habitual. La planta, en la medida
en que cumple las condiciones, puede estar operando", interpretó. "Operó con más eficiencia de la planteada y puede superar su producción", concluyó en ese momento.
La delegación uruguaya en la CARU sostenía que Uruguay, "respetuoso de la interpretación de la Corte Internacional de Justicia, aún no ha autorizado ninguna ampliación de producción" y aguarda la respuesta argentina, pese a que "se realizaron y presentaron en la CARU
todos los estudios ambientales pertinentes que permiten afirmar que la
ampliación planteada no generará impactos ambientales negativos
significativos sobre el río Uruguay".
Hace muy poco, y ante las embestidas de los piqueteros de Gualeguaychú - cada vez menos - el vicepresidente de la CARU, Luis Hierro López, consideró "ridículo"
que no se difundan los resultados del monitoreo ambiental realizado en
conjunto por Uruguay y Argentina y señaló que los informes de la DINAMA muestran que la empresa está dentro de los parámetros permitidos
"Si los análisis que vienen de Canadá indicaran que UPM contamina más allá de lo permitido, ¿usted no cree que los argentinos tendrían un gran interés en divulgar esa noticia?", preguntó Hierro.
Llamativamente el presidente de la delegación uruguaya en la CARU, Gastón Silberman, dijo que el tema se está tratando actualmente "a nivel de los Estados" y que está "fuera de la órbita de la comisión".
Ergo: ¿quién decide? ¿El Gran Bonete?
¿O
acaso hay intereses binacionales en reiterar los problemas, sea por
faltos de noticias, sea por intereses comerciales, o quizás por
maniobras políticas de baja calaña?
Una pregunta surge a cada instante, se comparta o no el gobierno en Uruguay:
¿Quién manda ahí?
Y evidentemente no es ninguna mandarina.
Porque la empresa quiere producir más... y Argentina se opone... De Ripley. O volvimos al Virreinato.
Una importante consultor internacional, la RISI, dice en una noticia de prensa que UPM espera licencia ambiental expandir la producción de pulpa en Uruguay.
Después de casi un año desde que la UPM
presentó un estudio ambiental a las autoridades uruguayas para aumentar
su planta de Fray Bentos blanqueada salida de pulpa de kraft (BEK) de
eucalipto por 200.000 toneladas/año a 1,3 millones de toneladas/año, se
ha tomado ninguna decisión aún. "Esto es un proceso legal y por lo
tanto está avanzando dentro del marco legal. UPM ha presentado todos los
estudios necesarios a las autoridades uruguayas y espera obtener pronto
una resolución," dijo la empresa a RISI
UPM waits for environmental license to expand pulp production in Uruguay
After
almost one year since UPM submitted an environmental study to the
Uruguayan authorities to increase its Fray Bentos plant's bleached
eucalyptus kraft (BEK) pulp output by 200,000 tonnes/yr to 1.3 million
tonnes/yr, no decision has been taken yet. "This is a legal process and
thus is advancing within the legal framework. UPM has presented all
required studies to the Uruguayan authorities and hopes to get a
resolution soon," the company told RISI.
Hace un año atrás, un medio capitalino decía que el gobierno uruguayo autorizó a UPM a aumentar su producción de celulosa a 1,3 millones de toneladas anuales, pero la delegación de Argentina ante la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) lo rechazó.
Al
formular el pedido de autorización de aumento de producción, la empresa
comunicó que se encuentra en condiciones técnicas de elevarla en 200
mil toneladas, sin hacer modificaciones en la estructura de la planta.
Luego de un estudio que demandó varios meses, la DINAMA entendió que "no existen objeciones a que se acceda a lo solicitado" de UPM de llevar su producción anual de celulosa de 1,1 millones de toneladas a 1,3 millones.
El embajador Ricardo González Arenas, representante de la Cancillería uruguaya en la Comisión de Seguimiento de UPM en ese momento, informó que el trámite de referencia fue presentado hace una semana en la CARU, organismo que en el marco del estatuto del río Uruguay oficia de intermediaria y asesora entre ambos países.
Por su parte, y esto importa y mucho, el presidente de la delegación uruguaya en la CARU, Gastón Silbermann, expresó que existe un plazo de 30 días
"para que la delegación argentina pueda expresarse favorablemente, no
expresarse o rechazarlo. En este caso lo rechazó haciendo una serie de
cuestionamientos".
Silbermann dijo que ante la posición de la delegación argentina, su contraparte uruguaya "solicitó
por nota que el asunto sea notificado al Estado argentino de parte del
Estado uruguayo". "A partir de ahí el Estado argentino tiene 30 días
para cuestionarlo o no, con la opción de presentar una serie de
preguntas de complementación de información y de procedimientos", explicó Silbermann.
Luego
esas actuaciones son recibidas por la delegación uruguaya de parte del
Estado argentino y por intermedio de los ministerios de Relaciones
Exteriores y Medio Ambiente se notificará a DINAMA. El funcionario explicó que "la
pelota está en la cancha uruguaya en cuanto hay que responder o
satisfacer las preguntas o complementación de información que requiere
Argentina. Eso es lo que marca el procedimiento establecido en el
estatuto teniendo en cuenta la sentencia de la Corte Internacional de
Justicia de La Haya, lo que no quiere decir prohibido tal o cual cosa".
Las
autoridades no pudieron establecer el tiempo que esto podría demandar
en la medida que hay que satisfacer cada uno de los cuestionamientos
formulados desde Argentina. "El tiempo comenzará a transcurrir
cuando la parte notificada considere que se ha dado satisfacción a la
información solicitada. Depende de la interpretación de los artículos
del estatuto que son bastante flexibles, es decir no marca de forma
tajante tiempo alguno a seguir", agregó Silbermann.
La
delegación argentina tras tomar contacto con el tema, hizo uso de los
30 días de que disponía para poder expresarse favorablemente o no,
incluso la posibilidad de no manifestarse en ningún sentido. Sin embargo
la respuesta fue un rechazo, realizando cuestionamientos al plan
propuesto.
La delegación uruguaya por intermedio de la cancillería se dirigió entonces a la DINAMA en procura de satisfacer las preguntas requeridas por Argentina según lo que se encuentra establecido en el estatuto.
El
trámite siguió a nivel de las cancillerías, y Uruguay debe responder
las preguntas de Argentina que -a la luz de los análisis presentados en
Fray Bentos- no tendría argumentos técnicos o científicos para negarse a
la solicitud.
A mediados de diciembre de 2012, era consultado el Gerente General de UPM, Ing. Ronald Beare,
que decía en Fray Bentos que ha sido un año bastante complejo para la
venta de celulosa en todo el mundo. Igualmente, más allá de los
problemas externos, la empresa sigue buscando crecer, por lo que ha
solicitado a la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) el aumento de su producción de 1 millón a 1,3 millones de toneladas.
¿Por qué se ha solicitado el aumento de la producción?
Es
un tema que está en trámite con las autoridades correspondientes. Es un
proceso normal en todas las fábricas por la capacidad garantizada de
todos los equipos, y si la planta anda bien y los procesos también,
siempre se puede producir un poco más.
En este caso
concreto significa más exportación y más trabajo: este cambio aumentarán
entre 200 y 300 los puestos laborales generados por la planta. Esto es
muy importante e implica que la planta pueda producir a capacidad
completa, que es el objetivo de esta fábrica y otras en el mundo que
pasan por el mismo proceso.
¿Dónde está el trámite?
Pero hasta ahora no se sabe nada... salvo que Uruguay autoriza pero Argentina no, y los plazos vencen entre setiembre y octubre.
Algunos
comentan que se tratarían de discrepancias en el propia Frente
Amplio... Pues que las autoridades del mismo den su opinión.
Como dice un amigo "es
una pena que no se pueda desarrollar juntos argentinos y uruguayos esa
zona, es una verdadera pena, sacrificamos a los más necesitados a la
falta de empleo, perdemos oportunidades de que se puedan aumentar la
capacidad de empleo de esa región".
Si la demora - de ambas partes - es por aquello de "buena vecindad"... ya pasa de castaño a oscuro.
No se puede seguir jugando a las muñecas.
Ya el Presidente Mujica mira hacia otros lares.
Y si es por demora en burocrática, echar a los incompetentes de cualquier nivel y tomar gente capaz y rápida en su quehacer.
Pero también hay prensa que juega a las matrereadas.
La empresa debería hablar directamente con el dueño del circo, porque hay muchos payasos y monos en la comparsa.
A nadie se le paga con chapitas y el trabajo hay que hacer rápido y de buen modo.
Y si hay peores uruguayos que se oponen al progreso e inventan guerrillas, facilitarles el pasaporte
Uruguay no puede dar una mala imagen a los inversionistas.
El resto... el resto es silencio
Jorge Balseiro Savio
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