lunes, 2 de septiembre de 2013

Fracaso estrepitoso de los piqueteros

Ciudadanos de Gualeguaychú marcharon este domingo al puente general San Martín para rechazar la posibilidad de la instalación de una nueva planta de celulosa de la empresa UPM-Botnia y repudiaron el silencio cómplice del gobierno argentino, informó  el integrante de la Asamblea Ciudadana Ambiental (ACAG), Juan Veronesi.

Se parte de errores, porque la supuesta tercera planta sería en la zona este o centro este de Uruguay, lo que está hablando de la desinformación de partida. La senadora Lucía Topolansky declaró que "va haber otra pastera pero en la zona este del país. Los científicos uruguayos y argentinos están todo el tiempo monitoreando qué es lo que pasa con la pastera. Para nosotros fue como pelearse con un hermano, como pelearse con uno mismo".

Como la circunstancia de que UPM habría sobrepasado la autorización de producción, la verdad es -como declara- el delegado Uruguay en la CARU, Hierro López.  Hierro explicó que en el informe “original” que presentó UPM a la Dirección Nacional de Medio Ambiente, se establecía un promedio de producción de un millón de toneladas anuales. Igualmente y por “una razón de frecuencia de la producción”, la misma puede ascender hasta 1.111.250. En vistas de esto, el integrante de la CARU afirmó que la planta de celulosa está “produciendo dentro de lo permitido”.

En reciente reunión definieron tres  ámbitos: enviar una carta al embajador argentino en Uruguay, Dante Dovena, para solicitarle una audiencia para conocer la postura de él frente a los anuncios de una nueva planta de pasta de celulosa; por otro lado, pedir vía municipio de Gualeguaychú o del gobernador Sergio Urribarri, una audiencia pública para que el Canciller  venga a Gualeguaychú a dar explicaciones, junto al gobernador  y al senador nacional Pedro Gustavino; la tercera cuestión que se resolvió es hacer una manifestación pública en Arroyo Verde, con una caravana hasta el puente general San Martín, sin corte de ruta.

Los asambleístas empezaron a reclamar desde 2003, pero después de varios bloqueos se decidió el corte por tiempo indeterminado de la Ruta 136 en 2006.

El 30 de abril de 2005, alrededor de 40 mil personas -como fue estimado por los organizadores aunque la realidad marcaba valores muy menores-  tomaron el puente internacional y el conflicto empezó a tomar relevancia.

Desde ese momento,  se organizó en la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú.

Uruguay rechazó los pedidos de la Argentina para frenar la construcción de la planta y las instalaciones continuaron.

Los presidentes de ambos países, por ese entonces Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner, decidieron crear una Comisión Binacional para analizar el impacto ambiental. La comisión debía trabajar durante 180 días.

El 23 de diciembre, la Asamblea de Gualeguaychú comenzó a bloquear el paso de vehículos hacia Uruguay. Ese verano muchos turistas se vieron afectados, pero los cortes continuaron y se mantuvieron hasta la actualidad.
 
Al año siguiente, la Comisión Binacional fracasó. Uruguay defendió un informe del Banco Mundial que sostenía que la planta no contaminaría y la Argentina criticó ese documento y exigió un informe independiente.

El 30 de abril de 2006, la Asamblea Ambiental organizó una nueva marcha al puente internacional General San Martín, a la que concurrieron según los organizadores 80 mil personas, en un afán propagandístico que fue desbaratado por estudios serios de fotos sobre la concurrencia real.

El 8 de noviembre de 2007 Tabaré Vázquez autorizó a que Botnia comenzara a funcionar, y así sucedió al día siguiente.

Los reclamos continuaron hasta el 20 de abril, cuando se conoció el fallo de la Corte Internacional de La Haya, que resolvió que la pastera puede seguir funcionando.

En la sociedad argentina jamás prendió el reclamo, y a partir de los mecanismos violentos utilizados por los promotores, muchos ciudadanos cayeron en la cuenta de que había intereses políticos y personalistas detrás de la protesta.  Nunca pudo ocultarse el verdadero origen de esta protesta, en el entonces gobernador Jorge Busti, y la comentada fallida coima. Se agrega además -como decía un medio de difusión argentino-, que "Entre Ríos es una provincia en donde prácticamente el 80% de la actividad económica está en manos del estado. Busti se aseguró la presencia de muchos empleados públicos en los cortes de ruta, en muchos casos bajo la amenaza de que quienes no participaran, no cobrarían a fin de mes".

Néstor Kirchner, entonces presidente, llegó a considerar los cortes y acciones de los piqueteros, como "causa nacional".

Poco a poco el agua fue tomando su verdadero cauce.
La ciencia y la tecnología fueron superando intereses, miedos y fantasmas.
Y el fracaso de la protesta estaba a la vuelta de la esquina.

Como dice un especialista en este tema, "la peor contaminación es la pobreza, ha quedado demostrado que existen los controles y monitoreos que aseguran la calidad del agua y del aire, existe una Comisión de Seguimiento integrada por diferentes estamentos de la sociedad".

Control y monitoreo para lograr un país sustentable, pero apostando a que la gente quiere tener trabajo y vivir dignamente, para eso, Uruguay debe apostar a crecer.

Un ciudadano representativo de la sociedad de Gualeguaychú decía en un medio de esa localidad que "los que ponen en riesgo el futuro de sus hijos son los que se oponen a la industrialización y al progreso en general. Hay que luchar para que se instale una papelera cerca de Gualeguaychú, lo que generaría miles de puestos de trabajo tal como ocurrió en Fray Bentos".

Se concentraron el domingo 1° de setiembre en el kilómetro 28 de la ruta 136, el punto donde mantuvieron el corte de ese camino desde el 20 de noviembre de 2006 hasta el 19 de junio de 2010, en represalia a la instalación de la planta UPM.

Un clima primaveral se hizo presente este domingo, y en Gualeguaychú al mediodía se registraban 26.2°C y la máxima prevista es de 28°C.

Este domingo la asistencia a esas marchas anuales, bajó estrepitosamente. Y se acelera el deterioro ya sentido en marchas anteriores.

Fuentes imparciales establecen la concurrencia en no mucho más de 300 a 500 personas. Y 100 autos.

Es probable que luego de las elecciones parlamentarias de octubre en Argentina redibujen un nuevo mapa de relaciones bilaterales con nuestro país, si la lectura de los resultados que se predicen se hace con la perspectiva necesaria y se le da a las urnas el valor que corresponde.

Como que el telón se va corriendo de esta crónica de una muerte anunciada.

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