sábado, 3 de abril de 2010

Sapo de Domingo

Con el tiempo pensé que la dureza de la piel era la marca de las cosas vividas, cuando quise profundizar en esto me di cuenta que no tenia ni puta idea de lo que era sentir el dolor en la carne curtida por el tiempo, varias experiencias lograron mentirme en mi pensar y pensé que todo lo había vivido.

Una suave brisa erizaba mi piel curtida, y pensaba que todo lo sabia, podía conmoverme con las cosas más comunes, tiernas y terribles que quedaban al lado del camino, mientras avanzaba al encuentro de mis metas, compartidas por muchos de los que me acompañaban.

Hace solo unos días tuve la suerte de compartir el atardecer con un gran amigo, ese tipo que uno nunca termina de comprender, de corazón abierto, sin medias tintas y con la capacidad de ser un tipo frontal, de cabo a rabo, ese que no duda en decir: “aquí en el litoral mando yo; y pobre de vos que se te de por venirte en ómnibus a mi casa, yo paso a buscarte en donde estés”.

Y así fue, grisines, mate y una charla que hace que uno se sienta muy bien, una voz que casi se pierde en el murmullo de los que pasan caminando y logra que uno preste suma atención en su decir, como queriendo que sus ideas y pensar se vayan en los pasos de los que caminan cerca de uno.

Un regalo que me da la vida; poder compartir con alguien que sabe solo dar sin esperar nada a cambio, un gordo divino que vale cada gramo que pesa y lo que piensa vale aún más; tiene la capacidad de tirarte el chico lejos, un tipo que tiene el tiempo encerrado en el reloj de los afectos y cuya prioridad es ser como es, un tipo lindo; maravillosas cosas de la vida que por suerte uno puede vivir y apreciar.

Por muchos más momentos de encuentros, por muchos más tiempos en valijas de recuerdos y por muchas más ventanas abiertas al futuro, esas que tú sabes abrir sin que te tiemble la voz.

Me tomo el atrevimiento de reproducir tú pensar; señor redactor:

El resto... el resto es silencio.

Yo solo puedo decir vamo arriba SAPO carajo!!!
Fraternales saludos.
El Tío Ale.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedo dejar de agradecerte esas exageraciones que hiciste.
El fin de semana de esta especial, la Parca que hizo una guiñada y me encajaron un marcapasos.
Todo bien, todo al pelo.
No le hice caso a la guiñada y decidí quedarme un rato más con todos ustedes.
Peleando por la verdad, por la educación, por la ciencia.
No son meras palabras. Hay mucho por hacer, pero con gente como vos y los demás amigos del alma, es un lujo !!!
Sigo en la trinchera y no me moverán.
Un abrazo
EL SAPO

Vamos a andar... dijo...

Y seguimos andando, es mucho más sencillo andar el camino a la sombra de los amigos... evitando las sillas que te invitan a parar.

Salute.