viernes, 11 de junio de 2010

Homicidio Culposo


11/06/10 - Declaraciones de Alfredo de Angeli en radio Máxima

Raquel Patt: "Yo por lo menos tengo muy fresco el recuerdo de Alfredo de Angeli, con el tractor atravesando el acoplado en el corte de la ruta, me lo recuerdo muy bien"

10 piqueteros de Gualeguaychú en la mira del gobierno argentino
Según dijeron fuentes del gobierno uruguayo a Ultimas Noticias, son una decena los piqueteros que fueron denunciados en la noche del miércoles en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay. Los más conocidos de la lista son José Pouler, Jorge Fritzler, Juan Veronesi, Juan Ferrari y Martín Alazard, los cuales entre otros delitos fueron acusados de "sedición", "homicidio culposo", "apología del delito", entre otros.

sábado 2 de mayo de 2009


Crónica de una Muerte Anunciada

Sobre las 4 de la madrugada del 29 de abril del 2009, víspera de la quinta marcha piquetera, veo que se conecta una amiga de Gualeguaychú en el MSN. Sorpresa mayúscula al ver que me escribe muy alterada diciéndome: -“Es terrible, me acabo de enterar de que murió una persona en el corte de Arroyo Verde”- Quedé inmóvil por unos segundos, hasta que le pregunté: -¿Estás segura de lo que me dices?- Y lamentablemente me confirmó que sí, que un motociclista se había llevado puesto el acoplado que está en el piquete.

No me pude dormir; comencé a buscar la noticia en Internet pero lamentablemente no había nada, sintonicé las radios de Gualeguaychú y ninguna informaba del incidente. Aproximadamente a la 6:00 am confirmé con gente de Fray Bentos que la información lamentablemente era correcta: Walter Maulucci, argentino de 32 años de edad, realizó los trámites en migraciones a la 1:30 am, partió con su moto rumbo a Gualeguaychú y murió al impactar contra un acoplado colocado en la ruta 136 en Arroyo Verde.

Quedé perplejo, se repetía la barbarie; una muerte cruel por culpa de un grupo de inadaptados que creen que el fin justifica los medios, una suerte de ruleta rusa con todas las balas puestas. Todos sabíamos que se volvería a repetir tarde o temprano otra tragedia piquetera. Esperé desvelado a que Radio Máxima dejara de emitir música.

Sobre las 9:00 am abrieron la audición mencionando que había ocurrido un incidente en el corte de Arroyo Verde y que un motociclista había muerto, la ilusión que tenía de que se suspendiera la marcha por respeto a tal trágico incidente se desvanecía: con las manos manchadas de sangre, el domingo continuó como si nada, realizaron la marcha contra Botnia y fracasaron rotundamente con la asistencia esperada; aunque la candidata a la vicepresidencia de Uruguay, Delia Villalba, y alguno de sus paladines, Gonzalo Abella y Pablo Antoria entre otros, concurrieron “en defensa de la vida”, pero ninguno tuvo la dignidad de nombrar el tema.

Dejé que pasara una semana para acomodar los átomos después de este cruel episodio que no logro terminar de comprender, luego de haber recabado todos los actos violentos y haber asistido horrorizado a la cadena de disparates emitidos por este grupo de irracionales e irresponsables, no me queda más que respetar mis convicciones denunciando a estos fantoches. No fui ni seré cómplice silenciando lo que pienso.

La metodología de los mal llamados “ambientalistas” no hace más que dejar mal parados a organismos serios que existen en el mundo en defensa del medio ambiente y la vida; sin generar pérdidas de estas.

Llevo años recopilando información sobre este maldito conflicto, volví a hojear su disparatario, muchas cosas ya las había olvidado, volví a molestarme, a indignarme y amargarme; releer sus dichos solo genera esos sentimientos, más si pienso en la impunidad que les brinda el gobierno argentino, se les fue de las manos el control de estos “sin escrúpulos”.

Realicemos una triste cronología de los actos vandálicos de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, esta que ellos denominan “pacífica” y con resoluciones horizontales. Pena, simplemente siento pena.

Escraches a quienes piensan diferente, pintadas a sus casas, amenazas telefónicas, cruzaremos a tirar a martillazos la chimenea, ofrecimientos de derribar la misma chocándola con una avioneta, envenenamiento de los plantines de eucaliptos, gente dispuesta a inmolarse, huelga de hambre seca en el corte, comparaciones de la lucha de Vietnam con la de Gualeguaychú, copamiento del consulado uruguayo en Entre Ríos, violencia en la prefectura, ingreso ilegal a aguas territoriales uruguayas, provocaciones en suelo uruguayo, chistes de mal gusto, un enano corriendo con dinamita de utilería frente a la planta de BOTNIA, declaraciones de políticos; salvo ir a la guerra realizaremos todo, comparar a los piqueteros con la lucha de Gandhi, colocaremos explosivos en los troncos para volar la planta, alambres, palos y objetos en la ruta que lastimaron a muchos que transitaban sobre ella, oraciones eclesiásticas apoyando desde el cielo a su causa".
http://www.online.com.uy/plantas/bitacora.htm

Luego de este collar de perlas, luego de este hermoso peregrinar de los iluminados defensores de la vida, -según ellos con medidas pacíficas-, nos detenemos en el camino a darles la cocarda a la vergüenza humana, aplaudimos de pie la falta de respeto al prójimo, les regalamos a este muerto. No solo se lo merecen: trabajaron para eso.

Walter Maulucci yace muerto, la vida para él terminó por culpa de un montón de locos sueltos apadrinados por el gobierno y la justicia argentina, financiados, cobijados y apoyados, como se pudo ver en la 5° Marcha del abrazo al río Uruguay.

La locura no hace más que ver la realidad desvirtuada, por eso deben ser tratados clínicamente, en esta semana transcurrida nos encontramos con los disparates más grandes, la realidad supera la imaginación. Hace tiempo escribía un artículo titulado: “La imaginación de Walt Disney era un poroto" al lado de la imaginación de los piqueteros debo decirles que cada día que pasa lo confirman con creces.

Todos se contradicen, todos se sacan el lazo con la pezuña, nadie tiene la honestidad suficiente para asumir la responsabilidad, “en ese momento la ruta estaba liberada, en ese momento no había nadie, no sabemos de quien es la zorra, no había señalización, si la había, gendarmería le avisó, él debía saber que existía el corte, había mucha niebla, le gritamos cuando lo vimos pasar a alta velocidad, hay ocasiones en que no hay nadie en el campamento, fue un accidente de la que la asamblea es ajena”

No hay marcas de frenadas de la moto en la ruta, algunas preguntas: ¿quién es el propietario de la zorra? ¿Nadie se anima a ponerle el cascabel al gato?

Nadie acepta la culpa. Los racionales pensamos que son responsables quienes cortan la ruta junto a los cómplices de turno, todo es culpa de los demás, irónicamente parece que la A.C.A.G. seguramente demandará al muerto por abollarle el acoplado, la sinrazón campea en Arroyo Verde y la justicia descansa con la venda en sus ojos.

Pero debemos recordar, -del latín recordis, volver a pasar por el corazón-, es el segundo accidente fatal relacionado con los cortes a los puentes internacionales que unen Uruguay y Argentina, el anterior se produjo en la ciudad argentina de Colón (frente a Paysandú), cuando a causa de la aglomeración de vehículos producida por el corte, un auto uruguayo embistió y mató a una niña argentina de solo cuatro años. Agustina Mengual escapó momentáneamente al control de sus padres luego de estar varados en la ruta 135 tras una prolongada espera por culpa del corte de ruta.

Los descargos de los piqueteros fueron similares: “fue un accidente, nosotros no tuvimos nada que ver”, responsabilizaron a la madre por no cuidar a su niña, eriza la piel escuchar la falta de respeto y cariño a la vida y ver su cobardía al no asumir la responsabilidad por sus actos. El pasado los condena, más tarde o más temprano los racionales lograremos que estos mal nacidos terminen con sus andanzas, deben ponerse los pantalones los responsables de que el orden impere en la Argentina, de lo contrario seguirán siendo controladas y coartadas las voluntades de quienes no queremos que existan estos actos violentos. Existe una justicia paralela en Arroyo Verde; es una isla.

Por eso hoy con sumo dolor debemos recordar; por los muertos, por el respeto a sus familias, para que no vuelva a repetirse esta escalada de desenfreno que provocan estos autodenominados salvadores de la vida, que solo causan la muerte y que seguirán vestidos de payasos haciendo llorar de risa solo a unos pocos que pintan sus caras eludiendo la responsabilidad.

Llego el momento de recuperar la dignidad.

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